El Misterioso Deseo de Mirarnos

Nos abrazaremos buscando paz, sintiendo cómo el mundo se llena de misterios. Quizás para vos no sea necesario acompañarme, pero el tiempo corre tan rápido que mis sensaciones de exterminio necesitan de tus sonrisas y de tus manos suaves.
El sol parece cargado de crueldad. La luna se siente tan sola que hasta las estrellas se burlan de sus lágrimas. No quiero recibir las caricias de la lluvia de forma solitaria; por eso intento convencerte de escapar entre los colores del arcoíris y la humedad de una cascada.

No me pidas que detenga mi corazón para dejar de sentir. Demasiadas prohibiciones pueden confundirse con ese pasado tuyo, lleno de premoniciones y de dolores que guardaste bajo la almohada. Es repetitivo, lo sé, como quien intenta sepultar flores viejas en un pozo oscuro.

Los dos sabemos que los girasoles no siempre serán espectaculares. Desde el inicio podemos observar cómo la nieve se derrite sin dejar huellas, y cómo tu soberbia te aleja de esas aves que sonríen cuando el amor es sincero. Tal vez esos pájaros llenos de magia sean necesarios para que puedas acercarte, y así saltemos juntos hacia ese misterioso deseo de mirarnos mientras soltamos una carcajada.

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