He dejado muchos números que sonaban atractivos, solamente para sentirme sincero conmigo mismo. No es ninguna novedad que lo ficticio dura poco, pero es increíble cómo la mentira puede mantenerte en vilo y hacerte creer que eres importante.
Los segundos que se han ido por esa canaleta llena de misericordia y de gente hipócrita no pueden ser contados. Debo admitir que son bastantes. Si no los cuento como aprendizaje, podría decir que soy un animal bastante devaluado y hasta alguien que le rogó divinidad a las mariposas ciegas.
En este momento siento que hay bastante paz y hasta me puedo atrever a decir que las pálidas no lucen tan oscuras. Si hasta podría decir que tienen un brillito bastante especial.
Por hoy ya fue demasiado. Habrá que ver qué dice la flor que se esconde entre las telarañas del olvido. Ella piensa que los tiburones gordos somos intensos. Aunque no tenga duda de eso, también me animo a decirle que la intensidad está acompañada de sentimientos sinceros y de locuras envueltas en papel de regalo.