Te vi caída, buscando tus pocas pertenencias. Necesitabas decirle al mundo que estabas viva, pero es tan ingrata la melancolía que terminaste aferrada a tu pasado, buscando explicaciones.
Es probable que esa mujer que conocí en mis días de turbulencias me haya causado incomodidad. Desde el vamos quiero decir que me molesta demasiado el contenido adulterado de las botellas que tienen siluetas atractivas.
Será por eso que todos esos señores obesos que buscan pasión se terminaron ahogando en la quietud de un balde lleno de margaritas. De ellos solo quedó un recuerdo de bondad en la mejilla de esa señorita colmada de añoranzas.
Sé que aún es temprano: iré en busca de un abrigo y me abrazaré con la noche. Necesito decirle a la luna, de forma urgente, que me cobije y que por la mañana me despierte observando sonrisas llenas de entusiasmo, y no corazones llenos de cobardía.