Fuera de juego
Que lejos quedaron los perfumes a la madreselva y que diáfanas quedaron las rosas. En algún momento parecían ser un sentimiento profundo para matar a la culpa, pero ya nada de eso significan. Ni siquiera mi corazón dinamitado por los codiciosos puede desafiar a la ingratitud. Sin dudarlo mucho, me he convertido en un oculto …