Planicie

Miles de ojos van apareciendo detrás de una cortina llena de flores. No es algo novedoso que eso suceda. Desde hace bastante tiempo que los ingratos solo dan la cara en días festivos. Me he preparado un té de tilo para digerir esas situaciones. Todos sabemos que el tilo no es digestivo, pero suele calmar la mente por un rato. Quisiera pensar que en poco tiempo dejarán de observarme esos desagradecidos.

En el balcón imaginario donde estoy bebiendo mi té, puedo observar una mariposa de colores preciosos, la cual se ha dormido. Aunque ella ha querido seguir volando, sus días colmados de ansiedad le han dicho: “Hasta aquí has llegado”. Intentaré no asomarme mucho a las barandas de este balcón. A veces el abismo perjudica mi estabilidad, por eso he optado por solo mirar la planicie. Siento que, en estos últimos tiempos, mis sentimientos suelen jugar para el equipo contrario cuando intento conectar con el arcoíris.

Doy el último sorbo, contemplo nuevamente la mariposa. En este momento, ella ha despertado y está moviendo sus alas para partir. Por lo tanto, dejaré este balcón para sumergirme nuevamente en esta realidad que me acosa con sus manos hasta dejarme sin respirar. Sin embargo, me sonríe como un payaso de un circo desolado.

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1 comentario en “Planicie”

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