Transformación

Deambulan, no saben que van a hacer. Hasta parece cómico que sigan sentados en esas sillas lustradas con jabón en polvo.
Al fondo está el mismo de siempre, tiene nombre de animal. Pobre su madre, tanto dolor debe haber tenido al parirlo, que este triste hombre nunca supo lo que significaba la palabra amor.

El que está subido al techo no sabe que dicen los demás, pero él se quiere tirar igual. No sé a qué fue a la escuela durante tantos años, si ni siquiera aprendió comprensión de texto, muchos menos la tabla del dos.

La señora que se ha vestido con la misma ropa ridícula de siempre durante estos últimos años, sigue sonriéndoles despectivamente a los animales de la granja. En un momento hasta me parece que a ellos les agrada que ella sea así de facinerosa.

Al león ya no se lo ve tan agresivo, parece que el hecho de disfrazarse de hiena durante el otoño, no le ha beneficiado en nada. Es más, por la herida que tiene en el medio de la frente, no creo que llegue a más de 2 años su idolatría. Terminará olvidado, tal cual le pasa a los farsantes.

He decidido marcharme, nada ha cambiado en este confundido lugar. Eso sí, hay algo que me ha sorprendido. Nunca imaginé que una noche de noviembre podría ser el final de los hipócritas, y el comienzo de aquellos que buscan pintarles corazones a las tazas de café.

Parece algo estúpido, pero ellos han logrado que muchos puedan descifrar el significado de la palabra transformación. Aunque sea vea una palabra muy profunda, eso ayuda a que nadie te obligue a ser un infeliz.